sábado, 5 de enero de 2008

JURAMENTO HIPOCRATICO

JURAMENTO HIPOCRATICO


Los principios éticos de la profesión de la medicina son parte sustancial del humanismo. El Juramento Hipocrático es prueba de ello, pues constituye un documento invalorable que expresa el amor a la vida, la abnegación por el prójimo, el espíritu de sacrificio, la dedicación a los seres en trance de sufrimiento físico o sicológico. Ese juramento asumido por los médicos al momento de aceptar la investidura que los hace responsable de su oficio, promueven valores eternos que permiten, entre otras cosas, la supervivencia de la especie sobre la base de solidaridad entre los individuos. .

Juro por Apolo médico, por Asclepo, por Higia y por Panacea, así como por todos los dioses y diosas, poniéndolos por testigo, dar cumplimiento en la medida de mis fuerzas. y de acuerdo con mi criterio, a este juramento y compromiso.

Tener al que me enseñó este arte en igual estima que a mis progenitores, compartir con él mi hacienda y tomar a mi cargo sus necesidades si le hiciere falta; considerar a sus hijos como hermanos míos y enseñarles este arte, si es que tuvieren necesidad de aprenderlo, de forma gratuita y sin contrato; hacerme cargo de la perceptiva, la instrucción oral y todas las demás enseñanzas de mis hijos, de los de mi maestro y de los discípulos que hayan suscrito el compromiso y estén sometidos por juramento a la ley médica, pero a nadie más.

Haré uso del régimen dietético, para ayuda del enfermo, según mi capacidad y recto entender, del daño y la injusticia le preservaré.

No daré a nadie, aunque me lo pida ningún fármaco ilegal, ni haré semejante sugerencia. Igualmente tampoco proporcionaré a mujer alguna un pesario abortivo. En pureza y santidad mantendré mi vida y mi arte.

A cualquier casa que entrare acudiré para asistencia del enfermo, fuera de todo agravio intencionado o corrupción, en especial de prácticas sexuales con las personas, ya sean hombres o mujeres, esclavos o libres.

Lo que en el tratamiento, o incluso fuera de él, viere u oyere en relación con la vida de los hombres, aquello que jamás deba trascender, lo callaré, teniéndolo por secreto.

En consecuencia, séame dado si a este juramento fuere fiel y no lo quebrantare, el gozar de mi vida y de mi arte, siempre celebrado entre todos los hombres. Mas si lo transgrediere y cometiere perjurio, sea de esto lo contrario.


Hipócrates de Cos (460 – 370 A.C.). Poco se sabe de su vida, aunque parece seguro que su padre fuera médico, y que fuera éste quien le inició en la medicina. También sabemos que enseñó en Cos y que viajó extensamente por Grecia, gozando de una fama excepcional durante su vida, como muestran las. Referencias que se hacen de él en escritos de autores como Platón y Aristóteles. Contribuyó de manera significativa al conocimiento médico, aunque es difícil determinar cuáles de los tratados que aparecen en el Corpus Hippocratum, una de las primeras colecciones de textos científicos en el mundo antiguo, fueron realmente obra suya.