viernes, 11 de enero de 2008

ALFONSINA STORNI

DI QUE ALFONSINA SE HA IDO

En un día cualquiera –el escogido fue de sol a ratos y lluvias intermitentes- comenzó el recorrido por el Boulevard Patricio Peralta Ramos. Antes de llegar a Playa La Perla, por el Paseo Alfonso Dávila, me topo con un monumento a Alfonsina Storni, una escultura en piedra. Allí, frente al mar verduzco y helado, la gran poetisa entraba al agua, acabando con su vida el 25-10-1938. La víspera había enviado a La Nación un soneto premonitorio escrito en rojo pitahaya.

Dientes de flores, cofia de rocíos
manos de hierbas; tú, nodriza fina
tenme puestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados

Voy a morir, nodriza mía. Acuéstame
ponme una lámpara a la cabecera
una constelación, la que te guste
todas son buenas; bájala un poquito

Déjame sola: oyes romper los brotes
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

Para que olvides…Gracias. Ah, un encargo
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.