lunes, 4 de enero de 2010

EXEGESIS MANUEL MARIA PONCE

EXEGESIS Manuel María Ponce Cuéllar (Zacatecas 08-12-1882 – Ciudad e México 24-04-1948), compositor mexicano de mucho éxito y de extensa formación musical, comienza su formación primero en Alemania, donde residiría durante mucho tiempo, luego en Italia, bajo la dirección del maestro Marco Enrique Bosso, luego en Francia de la mano del compositor Paul Dukas.. Regresa a su país natal, donde pasa a dirigir la Orquesta Sinfónica de México, más tarde profesor de de folklore en la UNAM y de piano en el conservatorio universitario. Entre sus obras más destacadas se encuentran el Concierto del Sur, compuesto para Andrés Segovia, Chapultepec (3 bocetos sinfónicos), Ferial (divertimento sinfónico); Poema Elegíaco; Estampas Nocturnas;; cantos y danzas de los antiguos pobladores mexicanos; musicalización de 3 cantos del poeta indio Rabrindanah Tagore, sonatas; piezas para tríos y unas 50 canciones populares. En este último género, compuso en 1914 su canción Estrellita, considerada durante algún tiempo la más popular en toda Latinoamérica. Además de ésta, compuso otras muchas, con mayor o menor éxito, tales como Marchita el Alma, Alevántate, La Barca del Marino, Soñó mi Mente Loca, Por Ti Mujer, Trigueña Hermosa, La Costeña, La Valentina (popularizada más tarde por Jorge Negrete), etc. Pero definitivamente, su canción emblemática, por la cual se hizo más conocido de todos nosotros, fue la danza A la Orilla del Palmar, cuyo discurso, de un estilo increíblemente sencillo, logró conmover la fibra romántica que todo latinoamericano lleva por dentro. A su muerte, sus restos están sepultados en la Rotunda de los Hombres Ilustres de México, y en su honor la Sala de Conferencias del Palacio de Bellas Artes de la capital del país, lleva su nombre.
Prof. Gilberto Parra Zapata
MUSA LIRICA
A continuación, transcribimos los muy descriptivos versos de la ya mencionada danza, la cual en nuestra opinión, conjuntamente con La Paloma, son pioneras del muy extenso aporte latinoamericano a la música universal.
A la orilla de un palmar
yo vide una joven bella
su boquita de coral
sus ojitos dos estrellas.

Al pasar le pregunté
que quién estaba con ella
y me contestó llorando
sola vivo en el palmar.

Soy huerfanita Ay!
no tengo padre ni madre
ni un amago Ay!
que me venga a consolar

Solita paso la vida
a la orilla del palmar
y solita voy vengo
como las olas del mar.